miércoles, 11 de septiembre de 2013

Pétalos manchados en carne viva. Ya sin luz amaneceres desesperanzados. Mi artificial sonrisa y esos brazos lejanos al abrazo.
Nuestra hipócrita caridad, el ambar de la dulzura infantil devorada en sexo sin afanes de sueños o canciones gloriosas. Dios ha muerto pero no resusita la viva belleza de Eva o el  mal aliento de mañanas felices.
Sobran pasos sin camino bajo los pies de nadie.
Hoy una visita a tu cama,
Tus brazos, tus pechos
Hoy un suspiro, labios rojos y corazón ferviente

Inolvidable cariño y el amor más grande
Que se pueda regalar

Por esta mañana que nos continua nuestros
Cepillos de diente comparten hogar
El aire cotidiano de una vida entera adorna mi casa,
Nuestra casa hoy.

Nuestros sueños, nuestro camino
Por hoy tus pantuflas en mis pies y
Mis besos solo tuyos


Por este minúsculo instante de eternidad te quiero.