Brilla rosa por favor, porqe mi quimera se ve oscura. El lucero de mi alma ha dicho adiós, y mis ojos solo suplican dos segundos de descanso... el momento para ello a llegado. Todo espíritu necesita un instante para generar nuevos sueños.

Estoy cansado de este café frío que tomo todas las mañanas. Aborresco caminar al trabajo

con el desdén de un convalecente y muerto con  los besos que me acarician todos los días. Estoy
siendo consumido por la muerte a la vez de que el viento se ve menos cálido
y mis lágrimas más secas.
Mi garganta está seca, un sorbo de café frío no mata, pero por qué no me mata? No sería simplemente
más simple? Quizá no se trate de eso... El café baja por mi garganta me está helando el pecho, mi
corazón ya no late a un tiempo pero el correr del líquido frío me permite sentir cosquilleos en esa
particular parte del alma.
Soy un pecho vacío bañado de café frío, tengo los pulmones negros de un fumador
y los ostento por la calle como la bandera de mi desorgullo, no tengo camisteta que ostentar, solo un
pecho abierto con un par de pulmones cubiertos de sangre negra, de basura, de asco...
Solo camino y la calle sigue y no termina y no pienso en su final porque la leche no hierve si te parás a pensar en eso.
Mis zapatos están gastados y solo me queda pedir que por lo menos duren hasta el final.