En una mano tengo la tuya
en la otra tengo una flor,
es sueve, es delicada...
todavía vive.
La llevo a casa, la
plantaré, regaré, la voy
a cuidar con afercto y atención;
talvés necesite tu ayuda,
quiero que germinen una amistad.
Porque del mismo modo mis delicados
brazos te van a amaparar.
Y si te falta sol, te regalo mi
vitalidad
y si tenés sed, te traigo un beso
salvador
y si necesitás más que mis brazos y mis
cuidados
te doy mi corazón.
Un perro fuerte podrá salvar un indefenso gato de
muchos peligros, pero a la soledad
se gana de a dos.