Conclusiones de una conversación nocturna
“…alguien maravilloso me dijo que estamos aquí de pasada, por eso hay que disfrutar cada momento al máximo…”
Noelia Bejeres
Máximo… Disfrutar… Momento…
Aristóteles creía que la ética de las sociedades debería basarse en la búsqueda constante de felicidad, ésta, consideraba él, EL BIEN MAYOR. Podría ser lograda por muchos medios, quizá por la obtención de otros bienes como familia, dinero, afecto…
Yo, creo que es muy difícil lograrlo, nuestra sociedad no vive en función de la polis como los griegos, nuestra concepción individualista del mundo nos brinda deseos casi imposibles de ser realizados, ya que aquella, la polis, nos impone sus normas y sus propios deseos que por alguna razón siempre parecen ser mayores.
Individualista…, yo lo soy, ¿quién no es? Talvés ahí esté la clave, mi alegría no debe basarse en lo que yo quiero, debo pensar en los demás, debo saber sentir felicidad por la simple sonrisa de un amigo. Debo saber que no vivo por mí sino por todos (evidentemente también debo incluirme en ese todos).
También hay una segunda opción, la de los rebeldes, para quienes tienen coraje de serlo: La vida es mía, mis actitudes también, quizá no interese el sufrimiento de los que siempre amé, si eso me puede proporcionar un poquito más de felicidad…
“Hacé la tuya”, me enseñaron que esa frase define a nuestra época, al fin, mañana no sabemos si habrá día; James Dean decía ”viví todos los días como si fuese el último, planeá tu vida como si fuese para siempre”; yo lo hago, pero para mi EL BIEN, el de Aristóteles, lo logro de, con y para los que me rodean.
¿Qué opinan?