lunes, 28 de noviembre de 2011

Quiero morder esa sonrisa pícara
tocar risos nerviosos
saborear un cuello cansado

un lujurioso corazón vestido de vino
tus pulmones desgastados de aliento
el camino del deseo que marcan mis brazos

un desesperado grito ahogado
un latido seco
labios mudos
pecho agitado
palabra callada

famélico de tu carne
corroído por tu sonrisa, ahora rota
El reloj se viste con palabras tuyas
mi brazo pide tu cuello
mi mano se pone tensa
con facilidad te mataría


veo tu sangre corriendo nuestro lecho
hago el amor con ella
puedo penetrar tu dolor y disfrutar cada grito


no tengo miedo de romperte el corazón
puedo tocarte y herirte como el alma mía
ver tus ojos quemados me hace estremecer
siento como el deseo rasga mi piel y me convierte
en un cúmulo de carne viva


Cargaré tus pulmones
para después morir.