Probando
ese vino acobardado
De
sabor enmaderado, fuerte,
Guerrero.
Dulce corazón rehén de miedo, cáliz
De
lujuria, con sabor ácido, a labios culpables
Adornado
al tono de mi sangre mortal,
Mi
caricia dañina, mi beso seco, mi pecho abierto
Esa
copa que te pide a vos, no
Se
deja tomar, te toma, te devora
Hace
de su aroma una cárcel y tu
Locura
su hogar. Tomo ese vino de cóleras rotas
De
garganta seca, de vientre amargo, y beso mi cristal frío
Con
el cariño de una triste vida
Amarrado
a ese veneno de Dios, eso
Que
ya no quiere ser agua, acompañado en desveladas noches
Por
ese sabor de vino traidor, esa copa que no ceca y no
Titubea.
Ahogado, dolido, descarnizado, embebido y feliz.
Cae
copa erguida, adorname la cama, calma mi calor,
Garganta
viva para tu sabor,
Soy
tu complemento, sos lo que queda de mi piel.