martes, 24 de abril de 2012




Probando ese vino acobardado
De sabor enmaderado, fuerte,
Guerrero. Dulce corazón rehén de miedo, cáliz
De lujuria, con sabor ácido, a labios culpables
Adornado al tono de mi sangre mortal,
Mi caricia dañina, mi beso seco, mi pecho abierto

Esa copa que te pide a vos, no
Se deja tomar, te toma, te devora
Hace de su aroma una cárcel y tu
Locura su hogar. Tomo ese vino de cóleras rotas
De garganta seca, de vientre amargo, y beso mi cristal frío
Con el cariño de una triste vida

Amarrado a ese veneno de Dios, eso
Que ya no quiere ser agua, acompañado en desveladas noches
Por ese sabor de vino traidor, esa copa que no ceca y no
Titubea. Ahogado, dolido, descarnizado, embebido y feliz.

Cae copa erguida, adorname la cama, calma mi calor,
Garganta viva para tu sabor,
Soy tu complemento, sos lo que queda de mi piel.