martes, 13 de marzo de 2012

cerrar los ojos y ver
andar hermanado a la lluvia sin necesitar cantar
dar pasos libres con reloj mojado que no es sumergible
solo respirar porque hay que hacerlo y no lo estoy pensando


es tan dulce saborear ese café con leche de la mañana que no compromete a nadie
ese lugar lleno con mi mesa vacía, solo yo
dejar una modesta propina por un gran placer y no pensar en el desayuno de mamá
solo levantarme y seguir caminando, saludar a la linda chica del restauran e ir


Esa caricia fría me revive la piel, 
la brisa de invierno siempre me resulta refrescantemente agradable
Mi abrigo es grueso y lo cierro, camino pero no importa llegar
me distrae un perro jugando en la calle, tenían razón los ecologistas, una botella puede
servir para muchas cosas. Creo que soy yo un poco animal también, ese perro ya no mira el pasado
es ese instante efímero que guarda la eternidad; ya me olvidaba, sigo caminando
Lavando una tabla sucia mientras
El sol me acaricia por la ventana
En el arcoiris del agua
Tu vestimenta simple
Conquistando un fracaso, esa bermuda suelta
Que no disimula tus piernas gruesas

Miràndote mientras canta Neruda en mi mente
Saboreo el condimento de tu vida simple.
Tus manos atareadas pintan una sonrisa
Tu sentido ajeno a mi poema particular.

Sobra una mañana adornada de platos sucios