sábado, 1 de octubre de 2011

Es tan fácil imaginarme contigo...
Sentado, acostado, comiendo, leyendo...
No creo estar contigo de la mano todo el tiempo, pero
la mirada...
No es dulce, es... cómplice, cálida
Busco tus labios con la misma fuerza con la que huiría de la sed
Amo tus brazos con todo el deseo de un loco ninfómano
y tus palabras... esas dulces y serias palabras,
no importa la hora, el día, o la circunstancia son siempre el discurso
que quiero oír.
Sos el fuego que haré arder bajo cualquier lluvia.
Te regalo mis brazos para abrigarte, y todas mis caricias para tranquilizarte.
Te quiero,
Sos el tacto del ciego, la visión del sordo, las manos del mudo, sos el ser que amo.
Corren niños por la calle y tu inocencia adulta me hace reír.
Te agradezco la paciencia, la locura, las carcajadas... lo que me das y lo que no me pedís.
Y ya casi sin palabras para expresar... me conservo pensándote.