Aprendí todo
lo que no me enseñaste
No quiero
lágrimas en las mañanas
Ni tus
palabras perdidas,
No quiero
esa piel áspera que adorna tus sueños
Ni tampoco
tus metas en manos de niño
Ni quiero
tus besos de boca perfecta
Que me
disculpe tu cuerpo acostumbrado al mío
Y mi pecho
ahogado
Pero tus
palabras vacías, tus juras de eterno amor
Esas palabras
de aire no me enseñaron
Me lastima
tu mirada desequilibrada, tu
Voz que
dice lo que no hace, tus brazos fuertes y tu espíritu débil
Me lastiman
mis ojos que no me escuchan
Mis lágrimas
escapadas por algo que ya no respira
Muerdo mis
labios para ahorrar razón gritada
Golpeo mi
pecho para que no lata mi músculo,
Rompo todas
las rosas para olvidar tu docena
Ahogo el
suspiro, me mantengo sobrio
Y no
rechinan más mis deseos, pasa, pasa…
Bendito segundero.
Pero tengo
un pedido, alejad tu presencia, dime
Adiós de
toda manera, no aproximes tu nube,
Tu recuerdo
Dime que ya
no existes y que tu y yo
No seremos
jamás nosotros
Dilo sin
hablar, sin ser voz, sin ser
Déjame la
vida mía y lleva la tuya
Ayuda mi
pobre espíritu joven
Que tuvo
que aprender solo lo que vos no sabías
Y déjame ser
uno
Solo yo,
solo yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario