Quisiera encontrar,… un suspiro. La emoción correspondiente a lo que me puedan hacer sentir. Quiero encontrar un sol, pero no el sol fuerte, el que quema, que me cocina como a un pedazo de carne, condenado por mi propio sabor. Quiero el sol abrasador de un atardecer de otoño, con la calidez perfecta, para protegerme, y hacerme sentir amado.
Busco una danza, mi cuerpo envuelto, el calor seductor, la pasión feroz de los bailes más atrevidos; quisiera encontrar entonces, quien me acompañe, quien sepa conducirme, quien me permita el deleite, de una danza a dos.
Pero lo más importante, quiero una canción, una letra escrita con la lógica de la razón, y con todas las manos, los deseos, las expectativas, puestas en el corazón. Quiero decorarla, quiero poder hacer parte de ella, y que verso tras verso, nos convirtamos en uno, el autor y yo.
Quizá quiera demasiado, o sea atrevido por soñarlo, pero… ¿que más sería de la vida, si no me acompañaran mis sueños? Busco la realidad entonces, pero busco, pero quiero, que sea un sueño. Y sé, que mi sueño, depende de dos; ¿lo qué pudo hacer? Buscar el otro pedazo; y lo haré.
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